“Hice mi vida sin él y seguí adelante, porque ningún amor debe ser suplicado y todo amor debe ser recíproco”
En un mundo donde la definición de éxito y valor está en constante evolución, el concepto de “Mujer De Alto Valor” es un testimonio de la individualidad, el empoderamiento y la autoestima. Las mujeres de alto valor son aquellas que han reconocido su valor intrínseco y no se disculpan por aceptar sus cualidades y fortalezas únicas.
Una mujer de alto valor no se define por sus atributos externos, posesiones materiales o estado civil. Más bien, se caracteriza por sus cualidades internas, su autoconciencia y el impacto positivo que tiene en su vida y la de quienes la rodean.
Ella es alguien a quien todas las personas admiran y respetan. Es amable, respetuosa, cortés y cariñosa con todos, incluida ella misma. Ella tiene estándares muy altos. No dejará entrar a nadie en su vida y aquellos que no tengan una mentalidad similar a la de ella no permanecerán en su círculo.
Quiere que las personas sean la mejor versión posible de sí mismas. Una mujer de alto valor sabe lo que vale, se basa en la credibilidad, tiene un proceso de pensamiento de crecimiento personal, invierte en sí misma y se rodea de personas que valoran quién es ella realmente. Esto se debe a que una mujer de alto valor reconoce la conexión de los seres vivos, está presente en el momento con todos y trata a quienes la rodean con gentileza y amor. Tratará a los animales con cuidado, mostrará empatía hacia los demás que están pasando apuros y todas sus relaciones se basarán en un sano respeto por los demás.
La autenticidad es una característica clave de una mujer de alto valor. Es consciente de quién es, de dónde viene y hacia dónde quiere ir. Está enfocada en su objetivo porque entiende la importancia de impactar positivamente a su generación de diferentes maneras. Una mujer de alto valor no tiene miedo de defender lo que cree, independientemente de la opinión de los demás. Acepta su yo auténtico y no tiene miedo de ser vulnerable y real. La autenticidad es la piedra angular de su interacción con los demás.
La confianza en uno mismo va de la mano con el amor propio y una mujer de alto valor practica el amor propio y el autocuidado todo el tiempo. Tiene una alta autoestima, cree en sí misma y no permitirá que nadie la trate con falta de respeto. Por lo general, estas mujeres han pasado mucho tiempo trabajando para ser la mejor versión de sí mismas a través del desarrollo personal y entienden que cuidar su bienestar físico y emocional es esencial para su felicidad y éxito generales.
La independencia y la autosuficiencia son atributos de las mujeres de alto valor. No depende de los demás para definir su felicidad o validar su valor. Ella será consciente de cómo sus pensamientos, palabras y comportamientos afectan a los demás y, en una relación, necesita poder sentir que puede confiar en los sentimientos de su hombre y que puede confiarse a él.
Nada es más atractivo para una mujer de alto valor que un hombre con un sentido de propósito más profundo. Se siente atraída por un hombre con el que pueda tener conversaciones interesantes, alguien que no sólo sea interesante, sino que también tenga interés en aprender sobre el mundo que lo rodea haciendo preguntas abiertas. Necesita seguridad en una relación, un lugar cómodo donde pueda ser abierta acerca de sus sentimientos y necesita un hombre que sea lo suficientemente maduro para ser vulnerable y lo suficientemente honesto como para compartir lo que siente. Ella no tolerará que la traten con falta de respeto o como alguien que no es importante en la vida de su hombre y siempre esperará a cambio todo lo que está dispuesta a dar. De lo contrario, si siente que no la aman, está dispuesta a marcharse.
Una mujer de alto valor lo dará todo por su hombre, reconociendo las diferentes necesidades emocionales, sexuales, intelectuales y espirituales que cada uno tiene y hará todo lo posible para mantener feliz a su hombre en todo momento y a cambio esperará seguridad emocional, fidelidad, ternura y comprender que una buena comunicación en la relación es la clave para la felicidad mutua.
“Puede que me caiga, pero en el suelo no me quedo”
La resiliencia, que se incluye bajo el paraguas de la inteligencia emocional, es otro rasgo clave. Las mujeres de alto valor entienden que los contratiempos son parte de la vida, pero se recuperan con más fuerza y utilizan los desafíos como una oportunidad de crecimiento.
La compasión es una de las armas más potentes que tienen las mujeres de alto valor. No menosprecia a nadie porque sabe cómo sería si estuviera en su lugar. Posee un fuerte sentido de empatía, trata a los demás con amabilidad y respeto y escucha y apoya activamente a las personas que son importantes en su vida, utilizando la amabilidad y el aliento como una forma de ayudar a las personas a realizar los cambios necesarios en sus vidas.
Las mujeres de alto valor son ambiciosas y motivadas. Se fijan estándares muy altos y trabajan diligentemente para lograr sus objetivos. Están dedicados a aprender más continuamente y nunca descansan en sus logros. Una mujer de alto valor comprende que la ignorancia es perjudicial para el avance, por lo que sigue mejorándose en todos los aspectos de su vida.
Las mujeres de alto valor tienen habilidades para establecer y mantener límites saludables en su vida personal y profesional. No tiene miedo de decir lo que piensa y expresará voluntariamente sus pensamientos y emociones en voz alta. No es maliciosa y será consciente de que si expresar algo puede ofender a los demás, será diplomática al expresar sus opiniones.
Sabe que tiene defectos y ha aprendido a aceptar sus defectos y compensarlos. No crea una fachada para esconderse de sus vulnerabilidades, sino que permite que la gente sepa que ella también tiene debilidades y que está trabajando continuamente en ellas. No tiene problemas para tener una mente abierta y no se obsesiona con sus propias opiniones, sino que prefiere escuchar lo que los demás tienen que decir.
Las mujeres de alto valor saben que su valor como mujer también pasa por no darse por vencido. Ella reconoce que darse por vencido no es una opción, especialmente cuando vive sus sueños o alcanza sus metas. Por lo tanto, cuando tropiece en su viaje de la vida, se levantará de nuevo, fortalecida y decidida a hacerlo mejor la próxima vez. Valora su tranquilidad y se aleja de cualquier cosa que pueda costarle esa paz, prefiriendo siempre difundir la positividad y enseñar a los demás a no recurrir a comportamientos que los desvaloricen.
Las mujeres de alto valor no se limitan a una edad, formación o profesión específicas. Son un grupo diverso de individuos que comparten rasgos comunes que trascienden las expectativas sociales. Su viaje hacia el reconocimiento y la aceptación de su propio valor es continuo, marcado siempre por el crecimiento personal, el empoderamiento y un profundo impacto en el mundo que los rodea. Ser una mujer de alto valor significa comprender que el verdadero valor viene de dentro y es importante utilizar ese valor para crear un mundo mejor para ellas y los demás.
“Una mujer interesante no es aquella que se siente admirada por su belleza externa… es aquella de carácter firme, que lucha, que cae y se vuelve a levantar mas audaz que antes”